Joan Manuel Serrat, Ciudadano, 1978
Con el viento en contra tambien se puede navegar. Eso sí, hay que aprender a manejar las velas.
En esta campaña electoral se ha hablado mucho de economía, demasiado, y al mismo tiempo demasiado poco.
Se habla demasiado de economía porque se tratan siempre temas parecidos y se repiten las mismas cifras, las clásicas como número de parados, índice de la bolsa o crecimiento en el segundo trimestre…y luego la nueva cifra, la estrella de la temporada: el diferencial de la deuda soberana, esa cifra que siempre está acercandose peligrosamente a ún místico punto de no retorno.
Pero la economía son muchas cosas más, la economía es el arte de administrar unos recursos que son finitos. ¿Que recursos? 1. La naturaleza. 2. Nuestro trabajo. 3. Las cosas que vamos construyendo poco a poco con nuestro trabajo. Que la naturaleza es un recurso que no estamos administrando bien salta a la vista: el que necesite convencerse de esto que se vaya a dar un chapuzón al rio Manzanares en Madrid. El trabajo es un recurso que tampoco administramos nada bien: en España hay casi 5 millones de parados y en China hay gente trabajando 815 horas a la semana. Bueno, y sin salir de España también hay jornadas laborales mas largas de la cuenta. ¿Y que tal administramos las cosas que construimos? Pues no muy bien, sobre todo porque muchas de ellas se diseñan para que se rompan despues de un tiempo – corto - para que así haya que comprar una nueva. Cuanto antes se rompan las cosas mas consumiremos y mas crecera la economía. La cosa es tan absurda que si imaginamos que alguien quema tres o cuatro colegios (vacios, por supuesto) la economia tambén crecerá por el solo hecho de volverlos a construir.
En fin, que de economía, de la de verdad, no se habla y mucho menos se pone en práctica. Mientras tanto de la otra economía, esa que medimos con el Producto Interior Bruto y que “crece” cuando me canso del i-phone 3 y me compro el i-phone 4, de esa no paramos de hablar. Bueno, hablar es un eufemismo, lo unico que hacemos es escuchar y obedecer. La Economia manda, es decir: los mercados mandan, es decir: los especuladores mandan. Y no sólo es que manden, es que además mandan fatal porque piden cosas imposibles, como explicó el eurodiputado Daniel Cohl-Benedit en esta intervencion de 6 minutos en el Parlamento Europeo:
http://www.youtube.com/watch?v=nqno8H-mjeY
Tiene subtítulos en castellano y recomiendo muchisimo verlo. Si tienes poco tiempo deja ahora mismo de leer mi articulo y pincha en el link de Youtube.
Los especuladores llevaban ya un tiempo al mando del velero pero ahora empiezan a perderle el miedo a las cámaras, se atreven a quitar a presidentes elegidos democraticamente y los sustituyen por banqueros , primero en Grecia y luego en Italia. Es escandaloso, por mucho que sea una alegria ver marcharse a Berlusconi... Por cierto, aprovecho este articulo para presentar mi disponibilidad ante el Rey Don Juan Carlos. Sé que ahora hay elecciones pero últimamente parece que eso importa poco así que cuando la agencia Moody’s decida que lo que España necesita es un banquero de Presidente del Gobierno yo me ofrezco de voluntario. El banco donde trabajo es una cooperativa democrática y ni usamos intereses ni repartimos beneficios, pero quizas podemos convencer a Moody’s para que haga la vista gorda. Ya tienen experiencia en hacer la vista gorda, lo hicieron muy bien en el año 2007 con todos esos bancos americanos que concedian hipotecas basura pero recibian siempre calificación AAA.
Asi que asi estamos ciudadana, y ciudadano: navegando con el viento en contra con unos tipos al timon que no tienen ni idéa de como manejar las velas y que además les importa bien poco porque se creen que su dinero les va a mantener a flote mientras el resto nos hundimos. Se equivocan, se hundírian ellos también, pero no les vamos a dejar. La pregunta es: ¿cuanto tiempo les vamos a dejar al mando?
El domingo hay elecciones y yo no paro de pensar en el lunes. El domingo algunos votaran a unos partidos y otros a otros, algunos no votaran, y al final pasará lo que tenga que pasar. ¿Y el lunes? El lunes ya sabrémos quien nos va a mandar en los proximos cuatro años: la agencia Moody’s. A no ser que hagamos algo. ¿ Y que podemos hacer? Salir a la calle ya hemos salido y tenemos que seguir ahí, indignados y pacificos, casi tan sexys como Gandhi. ¿Y que más? Tenemos que entrar en las sedes de los partidos, convertirnos en miembros, afiliados, compañeros o camaradas, como quiera que se diga en cada caso ¿No nos representan? Eso será mientras no seamos nosotros los que hablemos en los congresos, los que decidamos abrir las listas, los que pongamos un tope a los sueldos de nuestros compañeros de partido, los que preparemos el programa de manera abierta y democrática, los que elijamos a los candidatos,... en fin, los que enderecemos el rumbo y nos pongamos al mando de velas.